Frente a la trampa de la disputa entre fariseos, de las ambiciones personales , de esos lideres inventados de arriba hacia abajo, de los oportunistas de la incongruencia, los ciudadanos necesitamos enfrentar el laberinto de la mediocridad política, de aquellos que se han apoderado, d l presente y futuro de la ciudad.
A la ciudad que gobiernan y solo han logrado divertir a los morbosos y a los poderes que alimentan y para los cuales son funcionales. Sin proyecto de futuro. Solo sirven para administrar el negocio a los concesionarios de radio, que son los únicos que han ganado en este gobierno. Como anteriores. Alardean, pero dividen la voluntad popular por el cambio.
Y ahí van. Unos controlando el timón y otros la vela. Naufragando sin rumbo. Disputándose los pedazos de su propia obra. Unos son Judas. Otros son aposto9les que no se quieren unos a otros y van de un grupo a otro. Y han hecho de la tristeza, una verdadera comedia.
Se necesita construir una alternativa distinta y ciudadana.