GUAYMAS ¡¡ BAH !!

CORRUPCIÓN, ILEGALIDAD Y CINISMO

En esas aguas se mueve actualmente el Ayuntamiento de Guaymas. Por eso la situación que se vive actualmente. Porque sus convicciones son muy pobres , donde prevalece el interés minoritario y en la mayoría reina, las mas de las veces, la confusión el desasosiego, la inmediatez y el culto por la apatía.

Las tres últimas declaraciones públicas de la alcaldesa lo dicen todo. Erráticas. Torpes, Carentes de sensibilidad y de sentido. Contraria a los intereses de la comunidad. Entre esos interese minoritarios y el escepticismo hay una profunda correspondencia que va escribiendo la crónica de una ciudad en naufragio como la nuestra.

Primero, la alcaldesa responsabilizó y culpó a los medios de comunicación de ser los promotores de la violencia generada en el municipio, acusándolos de exhibir imágenes y usar los micrófono de radio para fomentar la violencia; después, culpó a los maestros de escuelas y padres de familia de no inculcarle valores y principios a los hijos y alumnos y tener como resultado a jóvenes de sicarios y de estar involucrados en actividades ilícitas. Y ya entrada en declaraciones , por demás torpes,, anuncia vía redes sociales que los ciudadanos hagan denuncias ciudadanas para «recuperar la seguridad». Tratando de involucrar a los ciudadanos a una «guerra» que ni inició ni mucho menos está participa en ella.

En una ciudad como esta la nuestra, la inercia es mala, donde la riqueza no se genera ni se distribuye de manera justa, pero tampoco hay soluciones de manera correcta. Lo peor, es haber reducido al lenguaje y refugiarse en el insulto. Las intolerancias gobiernan, ciegas como pájaros en la oscuridad del mar. Los políticos, apenas pueden con sus propios gastos, cada vez mas crecientes, y se refugian en el abuso de lo intrascendente.

A la alcaldesa se le olvida o se hace que ella es la cadena de mando, como la titular del poder ejecutivo municipal, y es la que esta obligada a la procuracion de un municipio seguro, y por eso don de mando que posee es responsable del cuidado de los elementos de policía y de seguridad , sean «buenos» o «malos» y esa responsabilidad nadie se la cuestiona, al contrario, hacen lo mismo, como el caso de los regidores miembros de la comisión de seguridad pública, que por miedo renuncian a dicha comisión, es decir, a la responsabilidad de ver la seguridad pública, pero a la hora de elegir a un comisario de seguridad pública votan. No asumen nada y votan todo.

Y la última de la alcaldesa y su séquito de regidores afines a ella, es haber propuesto y nombrado a un Comisario de Seguridad Publica que no estuvo presente y que por consiguiente no se le tomó al debida protesta de ley y peor aún, no se nombró una terna, tal y como lo establece la ley.

Corrupción, ilegalidades y cinismo son una constante en el gobierno municipal de Sara Valle Dessens.

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