NUESTRA IDENTIDAD
Una de las formas para medir el tamaño de lo que somos es la cultura y una de las formas de saberlo es buscando los Sentimientos que nos definan y esta lucha por encontrarlos está en cada calle, plaza, fiesta, mercado, escuela, tragedia, injusticia, pueblo originario y barrio.
En esos Sentimientos debe reconocerse que la grandeza y el futuro de nuestra ciudad residen en el trabajo. El trabajo es el valor más importante de las sociedades y al combinarse con la cultura se establece la idea del humanismo que queremos, porque esta ciudad “no la levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor; unidos al agua pura y a los planetas unidos, juntos dieron la hermosura…”.
Para recuperar la identidad perdida se requiere de una nueva vinculación de sus ciudadanos con la naturaleza, pues la cotidianidad agrede y el agua, el aire y la tierra que pueden ser nuestras aliadas, amenazan con faltar o inundarnos, intoxicarnos y derrumbar nuestras casas.
Guaymas y sus ciudadanos debemos alimentarnos por el gran sentimiento de la solidaridad. Vamos a contar Las historias por miles. . Hay muchas palabras viejas y nuevas para decirlo, pero esta cabrona ciudad siempre se restablece, siempre resurge más allá de los presagios. Su naturaleza esta hecha para recibir y dar hospitalidad a los humanos que a veces no la comprenden y la agreden.
Guaymas tiene sentimientos tan grandes, que sabe vivir con sus habitantes vivos y muertos. Una vez al año con ellos convive, ambos se recuerdan y los muertos olvidan el dolor para estar muertos. Llegara el día que veremos juntos desfilar a muertos y vivos, brazo con brazo, convicción con memoria, triunfantes y culturales por las calles de la Ciudad .
Así será.