EL BUEN FIN MEXICANO.
La estadística de muertos y desaparecidos es como una cosecha que nos regalamos al final del año y al cual vamos aderezando con la nueva fiesta llamada el Buen Fin, que fue construido como puente, eslabón o relevo, ante un espíritu navideño tan largo que debe materializarse en consumo. En esta mitad del año, solo cambiamos los colores de los foquitos, fusionamos nuestras fiestas patrias que anuncian que el año concluyó y así terminamos mezclando sin quererlo a los Niños Héroes con Halloween y a la malquerida Revolución con el Día de Muertos, que por cierto ya no se celebran en su día preciso, sino el lunes próximo que nos da un puente.
Hoy, gracias a nuestros migrantes, festejamos cada vez más el día de Acción de Gracias en noviembre, donde los invasores comieron con los indios nativos y que en pocos años, su festejo será nuestro… si al comercio le conviene.