ALGO DEBERÍAMOS DE APRENDER AQUÍ EN MÉXICO DE ELLOS.
En un día como hoy del año 2009, el plebiscito popular dijo sí a la nueva Constitución propuesta por el presidente Evo Morales, que hasta este día, los indios no eran hijos de Bolivia: eran nada más que su mano de obra.
En 1825, la primera Constitución otorgó la ciudadanía al tres o cuatro por ciento de la población. Los demás, indios, mujeres, pobres, analfabetos, no fueron invitados a la fiesta. Para qué en aquel año los indios eran menos que nada.
Para muchos periodistas extranjeros, Bolivia es un país ingobernable, incomprensible, intratable, inviable. Se equivocan de in: deberían confesar que Bolivia es, para ellos, un país invisible. Y eso nada tiene de raro, porque hasta el día de hoy, también Bolivia había sido un país ciego de si.