Como latinoamericanos hemos perdido una parte de nuestro corazón, de nuestra garganta y de nuestra alma; porque Galeano fue uno de los hijos de esta América latina que mas la defendió, que mas la quiso, que mucho nos enseñó de ella con sus memorias del fuego y sus venas abiertas. Eduardo se nos fue.
Como varios grandes de la cultura, el arte y la literatura, también se nos fue Eduardo Galeano, el escritor uruguayo. Ya cuatro años sin su presencia. Pero que sus escritos, libros y pensamiento sigue vivo entre nosotros.
Ante su partida, 13 de abril del 2015, no sabemos que haremos en los días siguientes, tal vez festejando a su majestad el futbol/por las venas abiertas de América latina/dolido por la violencia y enajenación/ de un vagabundo oyendo la canción de nosotros/ conversando con el Che en días y noches de amor y de guerra/ y hacer presente la voces de nuestros tiempo/ y tener para siempre memorias del fuego/ Y que esto nos lleve al Libro de los Abrazos/ donde nos enseño a decir: Nosotros decimos NO/ y por eso nos dio Palabras/ y lo que significaba Ser como Ellos/ y nos los dijo con sus Palabras Andantes/ así, de una manera de Patas Arriba, La Escuela del Mundo al Revés/ en esas Bocas del Tiempo/ en este mundo de Espejos, donde todos nos reflejamos/ pues somos hijos de los días/... pero siempre y con su libro póstumo Homenaje a las Mujeres.
Todo junto, las obras de Eduardo Galeano son una sola narrativa llena de mensajes.
Algo así, señor Galeano, quería decir de usted en este mes de abril. A cuatro años de su muerte.