LOS ACCIDENTES NO NACEN….
La frase del titulo podríamos asociarla a los tiempos del auge petrolero de finales de los años setenta, que advertía a los trabajadores mexicanos que la causa de los accidentes estaba en su propia pericia. En el caso del trágico accidente del puente Douglas la noche del sábado, se repiten escenarios, reacciones y declaraciones que nos hablan del regreso de la vida bipolar donde cada hecho relevante nos fractura.
Todo seria comedia, salvo por el hecho trágico de la existencia de muertes y dolor verdadero.
Historia: Un puente, (mal llamado metropolitano), tantas veces cuestionado, tantas veces denunciado como un peligro para los que a diario, por ahí circulan, tuvo finalmente, su tragedia. Era algo que ya estaba dicho. Que tarde que temprano ahí sucedería una desgracia, como la del sábado por la noche. Y las que siguen.
Nuestros gobernantes mienten. Siempre han mentido. Nos «vendieron» un puente del prime mundo y termino siendo lo que es. Nadie se atribuirá el desastre que dejaron. Ni el gobierno federal, ni el estatal, ni los diputados ( la que se fue y el que llegó). Ni los gobiernos municipales de Guaymas y Empalme, Guardaran silencio.
Las autoridades aplicaran el método para olvidar. La mejor manera para olvidar un escándalo es sustituyéndolo por otro y no establecer conexión entre ellos. El que intente hilar o crear antecedentes es un conspirador creador de teorías. Un escándalo mata otro escándalo. Nuestro concepto de estabilidad es el escándalo. De la decadencia de las telenovelas mexicanas pasamos a los realitys donde todos somos detectives, investigadores, fiscales y jueces.
En la opinión popular, todo acontecimiento es un desvió de atención y ya no importa la causa, sino la especulación sobre los efectos. Aunque nos piden reiteradamente no especular, toda tragedia, sea provocada, accidental o por razones naturales, tiene un significado mas allá de ella misma.
Cuando nace una nueva duda, solo desaparece hasta que llega la próxima. Pero los gobiernos nada dirán, porque saben que ellos tiene mucha responsabilidad, porque la corrupción fue una constante en el puente Douglas.