LA INEPTITUD COMO FORMA DE GOBERNAR
Estamos viviendo un México desconocido a lo que fue el respeto y la relación fraterna entre nosotros. Es un país desconocido pues las fuerzas políticas se desgarran en insultos y se dicen abanderados de las mejores causas. Esto significa y venden la idea de que renunciar a los principios es un buen negocio.
El país está en guerra, lo metieron ahí para resolver con violencia y militarismo lo que no han hecho con política, con visión de estadistas, ni con obras. Por eso nadie cree en ninguna de las bandas en guerra y porque la fuente y la espiral de la violencia no tiene rostro y es de una misma familia, que convivía en paz y ahora se disputa los mismos territorios. Nos hemos balcanizados . Hay una limpieza étnica, las fosas comunes, el genocidio sin rostro que surge de una guerra basada en el aniquilamiento.
Las consecuencias están resultando catastróficas, porque se esta perdiendo el control territorial, de la información básica para instaurar políticas de seguridad, de la comuna y de gobiernos locales sino de las que se relacionan con la hacienda pública y el fisco, como base de la representación política.
La desatención a toda la estructura municipal del país, por todas las fuerzas políticas, se refleja porque siempre han sido visto como fuentes de votos, clientelas y no de propuestas de buen gobierno. Todos entran a gobernar a sacar y no ha llevar beneficios a los gobernados. Haber perdido el control de la seguridad básica solo demuestra la perversidad de quienes han utilizado la hacienda pública, los presupuestos y los recursos sin distribuir equitativamente. De un país construido cronológicamente en la injusticia y que ahora se destruye, se enfrenta y se desborda.